miércoles, 25 de mayo de 2011

Reto Pirineos

Hace algunos días, tras comentar con Ricardo las vacaciones de Semana Santa, éste me planteó una idea de lo más interesante.
Ricardo, montañero y escalador desde hace varios años, quería subir con su mujer hasta la cima de alguna montaña para que ella viviese las mismas experiencias que vive él cada vez que se encarama a una montaña.
Me preguntó si me gustaba la idea y la posibilidad de que los acompañásemos con Elena. Consistiría en buscar una montaña que no tuviese un acceso complicado, llevando un ritmo que pudiésemos seguir todos, especialmente los que no tenemos experiencia en la montaña, y acampar donde nos cogiese la noche. A mí, personalmente, me apasionaba la idea pero sabía que a Elena, no opinaría lo mismo.
Finalmente, nos decidimos a aceptar la invitación y Ricardo se dedicó a buscar una cumbre. La que se barajó como primera opción fue “la mesa de los tres reyes”. La verdad es que tenía muy buena pinta, pero las exigencias de los horarios para los desplazamientos nos llevo a cambiar a la cima del Petrechema.

El Petrechema es una de las cumbres con mayor popularidad del Pirineo oscense en su vertiente más occidental y resulta especialmente frecuentada por los montañeros vascos. Su localización, en la misma frontera con Francia y muy cerca de La Mesa de los Tres Reyes (2.428 m.) –punto culminante de la montaña vasca, donde coinciden Francia, Navarra y Huesca–, su atractivo y altivo perfil y una aproximación bastante sencilla convierten a esta cima en un lugar de visita obligado para todo aquel que quiera introducirse en las altas cotas pirenaicas.
Sin embargo, el Petrechema ofrece una curiosidad: no es una cumbre propiamente dicha. En realidad, se trata de la antecima de las cercanas agujas de Ansabere (2.377 m.), espectaculares torres cuyo único acceso es posible en escalada. La personalidad de la antecumbre le viene dada precisamente por esa inaccesibilidad que ofrecen las agujas, separadas por unos pocos metros de distancia de su vecino menor, pero por un profundo tajo vertical en el que es imposible aventurarse sin material de escalada.
La lista de material necesario para realizar la excursión es la siguiente:
-          Mochila (40 litros o superior)
-          Linterna (si es frontal mejor) y pilas de repuesto
-          Saco de dormir
-          Tienda de campaña
-          Botas de montaña
-          Comida (si se va a cocinar, hornillo y utensilios de cocina)
-          Cubiertos y plato pequeño (si la comida va a ser cocinada)
-          2 litros de agua por persona mínimo
-          Protector solar (bote pequeño)
-          Bolsas plástico (para ropa mojada o sucia, basura, etc)
-          Bastones de trekking
-          Esterilla (importante para aislar del frio entre el saco y la tienda)
-          Toalla pequeña (aseo personal)
-          Chubasquero
-          Chaqueta o plumas (que abrigue y ocupe poco)
-          Camisetas de recambio (para cambiar por la noche o en alguna parada)
-          Calcetines (hay que cambiar si por algún motivo se nos mojan)
-          Cámara de fotos
-          Botiquín (uno para todos)
Nota: Hay que preparar un segunda mochila o bolsa para dejar en el coche, y al llegar abajo poder cambiarnos, meter algo de ropa cómoda y calcetines, y lo más importante zapatillas para poder quitarnos las botas.
Nota2: Para todo lo que cojamos para la mochila, intentar que sea lo más ligero y que ocupe el menor espacio posible, y cuando vayas a meter algo extra, piensa si es realmente necesario y si lo vas a utilizar, o solo lo vas a llevar de paseo por el monte para machacarte la espalda
Con todo esto se vendrá a quedar una mochila de unos 15 kg.
Sólo nos quedan ya las ganas de andar y de pasarlo bien…
(todo esto es culpa de Jesús Calleja, que nos mete muchos pajaricos en la cabeza… je, je)

domingo, 8 de mayo de 2011

Semana Santa 2011

Este año hemos aprovechado los días de semana santa para ir de viaje a los pirineos. Con nuestro "campamento base" en Sabiñánigo, estábamos bastante bien situados para podernos mover a los sitios que queríamos visitar.
Día 21: El primer día estuvimos recorriendo el valle de Aisa. Nuestra primera intención era subir al Aspe, pero la condición física no acompañaba mucho y el tiempo menos. Un valle realmente espectacular, encerrado entre enormes bloques de piedra. Cruzamos el valle siguiendo el cauce del río para, al llegar al final, coger la GR 11 y volver. Estaba el día feo feo, pero bueno, no nos mojamos mucho, menos yo, que en el último cruce de río metí los pies dentro.... menos mal que estaba alado del coche. Como comentario, para acceder al valle de Aisa, hay que hacerlos por Aisa pueblo o por Jasa. Si accedéis por Aisa pueblo, acceder desde Borau y no desde Jaca (ojo a las condiciones meteorológicas); desde Borau, la carretera es peor, pero si accedéis desde Jaca, daréis un rodeo innecesario.
Día 22: Nos levantamos y está cayendo el diluvio universal, por lo que tenemos que recurrir al plan B, y vamos a San Juan de la Peña, que por lo menos está cubierto.Visitamos tanto el monasterio viejo como el nuevo. En el viejo he estado varias veces, pero nunca había estado en el nuevo. No sé porqué, pero a este tipo de lugares siempre les acompañan todas las desgracias que se pueden dar, incendios, saqueos, guerras...

Por la tarde, como la mujer del tiempo nos indicó que llovería por cualquier lugar, estuvimos en Jaca, eso sí, con gafas de sol hasta el anochecer y ni una gota de agua... aprovechamos para ver la ciudad, tomar unas tapas y sacar unas fotos de los ciervos de la ciudadela.
Día 23: Decidimos ir a hacer senderismo por Canfranc Estación; hay que diferenciar entre Canfranc, que es el pueblo original y Canfranc estación, que es el asentamiento que se produjo después de construcción internacional de canfranc, allá por los años 20; había descargado algunas rutas en el GPS para realizar, pero nada como la oficina de turismo donde nos indicaron varias rutas, entre ellas la de la cascada de la cola de caballo, donde hay unas increíbles vistas de la estación de canfranc. Tengo que decir que me quedé con las ganas de montar en el "Canfranero". El canfranero es un tren que va desde Zaragoza hasta la estación de Canfranc por unos parajes increíbles; para que os agais a la idea, es una locomotora diesel que hemos visto pasar casi todos los días; entrañable. Si alguien quiere utilizar el servicio, os dejo un enlace de como sacar el billete desde Zaragoza, os dejo este enlace en el que se explica como hacerlo, ya que es un poco complicado.

Como estamos en Canfranc y la frontera está a unos pocos kilómetros, por la tarde cruzamos a Francia. Cruzamos por el puerto del Somport y volvemos por el tunel del Somport, un túnel de casi 9 kilometros de distancia que atraviesa los pirineos por su parte más baja.
Día 24: para finalizar el último día volvemos a Canfranc Estación y realizamos la ruta de los bunkers, ruta en la que pueden ver una cantidad no poco despreciable de bunkers construidos en los años 40 por los soldados de reemplazo para evitar posibles invasiones a España, denominandose "Línea P".

En resumen, unos días fantásticos en los que la naturaleza ha sido la principal protagonista y un lugar al que tendremos que volver.